Miel Silvestre
Miel Silvestre
Capítulo VI “Matilde”
El Caribe América y su ir y venir de forasteros , benditas semillas del diente de león que hablan tanto de los vientos que las llevan a lugares tan distantes de su terruño, donde la madre planta anclada y polinizada sólo se deja mover para que su prole vuele tan alto y tan lejos como el viento y Dios quiera.
Así fue movida la familia Terán de la Habana a Bogotá y de ahí pasaron por la Venezuela andina, para finalmente establecerse por una temporada en Puerto Piritu, para luego otra vez viajar y vislumbrar una vida de éxito y sosiego en Maturín. Los viajes de Jonás Terán y la buena fertilidad de su esposa Diadema Belisario le otorgaban mucho amor del bueno y devoción mutua.
Que gran suelo fértil fue Maturín y la familia gozo de todo lo que se le presento. 9 hijos que también volaron pronto a lugares distintísimos de si para estudiar. La hija del medio Matilde Terán Belisario escogido París para estudiar sus padres podían darle eso y mucho más. Quedo en Francia Enamorada de un joven muy respetuoso y tomo con beneplácito la invitación de su amiga de colegio, Georgette Copland para quedarse una temporada con ella como invitada favorita, Georgette siempre le rogaba que se quedara, Matilde escribía a casa y la respuesta era siempre la misma. Fue así como ambas jóvenes y aventureras vieron irse a los hombres al regimiento llorar como tontas con las noticias de estos y otro poco con su pasión: ”leer Poesía y Novelas”.
Una mujer acaparaba la atención de las mujeres con sus creaciones bastaba ese encanto para dejarse ver. Bendito hervidero creativo llamado París, siempre algo nuevo que ver. Tanto Georgette como Matilde sintieron en carne viva como se estremecía una tradición muy francesa:”El Ballet del ruso Diaghilev removía, cautivaba causaba verdaderas tanganas y puñetazos en los teatros donde sus artistas se presentaban”.
El tiempo y las artes no se les para nunca, ver a Cluaude Debussy irse a las manos en defensa de ”Sacre” fue algo que Matilde y Georgette vieron perplejas. 1914 supuso un mal llamado “Pies en polvorosa” para muchos viajeros del nuevo mundo y fue como el amor y las atenciones de un guapo paisano, en el barco; calmaron el espíritu d Matilde y también su corazón. Conoció a su futuro esposo mucho de mujer liberada tenía Matilde Terán, pero la Dulzura de Evaristo Blandín logro calmarla y juntos llegaron a casa o más bien a l puerto como la bendición de un Yin Yan Caribeño y el primer mundo al mismo tiempo pero exquisitamente y de igual modo tropical.



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