Montado en un elefante.
Salmo 32 El amor del Señor llena la tierra.
"Por eso te suplica todo el que te ama en la hora de la angustia. Y aunque las muchas aguas se desborden, no le alcanzarán."
-María es hora de que las mujeres, hagamos algo, hacer valer nuestra verdadera esencia.-le dijo Sita con alegría risueña a la madre de Jesús- -Esta noche hemos sido invitados, Lord Rama, Radharani, vuestra divinura, y mi persona por Mulán al palacio imperial. Es una gran fiesta mientras Jesús va a conversar con los paisanos de aquí en la fabulosa China. Es una gran oportunidad para hablar de Dios sus varios nombres, de cómo los pueblos todos tienen distintas lengua, con mero hecho de hacerse de una cercanía íntima con el Señor así como sus propias lenguas para que con sus propias palabras, le sirvan. –La madre María hablaba y su rostro se iluminaba de gracia en sus palabras- Se acercó entonces al solar de la casa de Mulán que se vestía pomposamente para ir a la recepción en palacio. – No me siento cómoda ante tanta pompa y circunstancia, pero la etiqueta palaciega es la etiqueta palaciega, hemos de honrar al Emperador y su amabilidad- les dijo Mulán con su excelente amabilidad y educación a las damas que le acompañaban- Sita se levantó de la silla y empezó a ofrecer sus servicios de belleza. De inmediato llego Radha –y les dijo-
-Todas mujeres hermosas y bendecidas por la naturaleza, con el toque bendito de cada punto de la Luz en la tierra yo les ofrezco reverencias pero también quiero ayudar para la fiesta. – Y las mujeres reían y se emperifollaban-
El Señor Rama llego a la escena y se abrazó con su amada Sita – Debo mostrar pulcritud y rectitud en esta ceremonia pero sé que esta voz de India es fraternidad con el pueblo Chino, y su emperador. – hablaba con su hermosa voz fuerte pero amorosa Lord Rama-
Partieron al palacio y llego un mensaje de Djwhal Khul el maestro Tibetano que hablaba de estar en montado en un elefante para sentir la felicidad plena la nobleza del animal daba paz y que ponto se encontrarían. Partieron al palacio anunciados a la corte y el Emperador unas danzas abrieron paso a un banquete, donde todos conversaron de que la tierra era promesa de vida y nuestro sostén, debíamos hermanarnos todos. La fiesta duro hasta tarde.
"Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!" 7.Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas."
( Mt 25, 6-7)
Es bueno todo. Felicidad.
Comentarios
Publicar un comentario