William
Salmo 136 Salmo de realeza.
Aleluya! 1.¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor! 2.Dad gracias al Dios de los dioses, porque es eterno su amor; 3.dad gracias al Señor de los señores, porque es eterno su amor. 4.El solo hizo maravillas, porque es eterno su amor. 5.Hizo los cielos con inteligencia, porque es eterno su amor; 6.sobre las aguas asentó la tierra, porque es eterno su amor. 7.Hizo las grandes lumbreras, porque es eterno su amor; 8.el sol para regir el día, porque es eterno su amor; 9.la luna y las estrellas para regir la noche, porque es eterno su amor. 10.Hirió en sus primogénitos a Egipto, porque es eterno su amor; 11.y sacó a Israel de entre ellos, porque es eterno su amor; 12.con mano fuerte y tenso brazo, porque es eterno su amor. 13.El mar de Suf partió en dos, porque es eterno su amor; 14.por medio a Israel hizo pasar, porque es eterno su amor; 15.y hundió en él a Faraón con sus huestes, porque es eterno su amor. 16.Guió a su pueblo en el desierto, porque es eterno su amor; 17.hirió a grandes reyes, porque es eterno su amor; 18.y dio muerte a reyes poderosos, porque es eterno su amor; 19.a Sijón, rey de los amorreos, porque es eterno su amor; 20.y a Og, rey de Basán, porque es eterno su amor."
-William, ¿crees tú que no estoy al tanto de lo que sucede? No es la primera vez en mis encarnaciones que soy príncipe, rey o emperador, más si pobre y destartalado. Cada vez que su majestad vea la patrona de Inglaterra ese niño Jesús soy yo, y sin embargo soy manso y humilde. Puesto que soy descendiente del que adoráis. Por ende desde hace mucho que en nuestra familia se nos ha hecho la predica de que “Nuestro reino no es de este mundo”. Al pisar Inglaterra me convertí en rey de las Islas Británicas. Eso no es un acto de “Abdicación” ni tampoco una denuncia de usurpación. Soy tan culto o más que tú, tan Iluminati o más que tu . Mas mi reino no es de este mundo.
1.Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo: 2.«El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. 3.Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. 4.Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda." 5.Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; 6.y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. 7.Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. 8.Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. 9.Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda." 10.Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. 11.«Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, 12.le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" El se quedó callado. 13.Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes." 14.Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.» 15.Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. 16.Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. 17.Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?» 18.Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? 19.Mostradme la moneda del tributo.» Ellos le presentaron un denario. 20.Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» 21.Dícenle: «Del César.» Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.» 22.Al oír esto, quedaron maravillados, y dejándole, se fueron. 23.Aquel día se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaron: 24.«Maestro, Moisés dijo: Si alguien muere sin tener hijos, su hermano se casará con la mujer de aquél para dar descendencia a su hermano. 25.Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y murió; y, no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. 26.Sucedió lo mismo con el segundo, y con el tercero, hasta los siete. 27.Después de todos murió la mujer. 28.En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos la tuvieron.» 29.Jesús les respondió: «Estáis en un error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios. 30.Pues en la resurrección, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en el cielo. 31.Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído aquellas palabras de Dios cuando os dice: 32.Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos.» 33.Al oír esto, la gente se maravillaba de su doctrina. 34.Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo, 35.y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: 36.«Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» 37.El le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 38.Este es el mayor y el primer mandamiento. 39.El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40.De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.» 41.Estando reunidos los fariseos, les propuso Jesús esta cuestión: 42.«¿Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?» Dícenle: «De David.» 43.Díceles: «Pues ¿cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor, cuando dice: 44.Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies? 45.Si, pues, David le llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» 46.Nadie era capaz de contestarle nada; y desde ese día ninguno se atrevió ya a hacerle más preguntas." (Mt,22)
“ Mi reino no es de este mundo”
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