La Vida En Colores

"Voy a cantar a mi amigo la canción de su amor por su viña. Una viña tenía mi amigo en un fértil otero. 2.La cavó y despedregó, y la plantó de cepa exquisita. Edificó una torre en medio de ella, y además excavó en ella un lagar. Y esperó que diese uvas, entre mi viña y yo: 4.¿Qué más se puede hacer ya a mi viña, que no se lo haya hecho yo? Yo esperaba que diese uvas. ¿Por qué ha dado agraces? 5.Ahora, pues, voy a haceros saber, lo que hago yo a mi viña: quitar su seto, y será quemada; desportillar su cerca, y será pisoteada. 6.Haré de ella un erial que ni se pode ni se escarde. crecerá la zarza y el espino, y a las nubes prohibiré llover sobre ella. 7.Pues bien, viña de Yahveh Sebaot es la Casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantío exquisito. Esperaba de ellos justicia, y hay iniquidad; honradez, y hay alaridos. 8.¡Ay, los que juntáis casa con casa, y campo a campo anexionáis, hasta ocupar todo el sitio y quedaros solos en medio del país! 9.Así ha jurado a mis oídos Yahveh Sebaot: «¡Han de quedar desiertas muchas casas; grandes y hermosas, pero sin moradores! 10.Porque diez yugadas de viña darán sólo una medida, y una carga de simiente producirá una medida.» 11.¡Ay, los que despertando por la mañana andan tras el licor; los que trasnochan, encandilados por el vino! 12.Sólo hay arpas y cítaras, pandero y flauta en sus libaciones, y no contemplan la obra de Yahveh, no ven la acción de sus manos. 13.Por eso fue deportado mi pueblo sin sentirlo, sus notables estaban muertos de hambre, y su plebe se resecaba de sed. 14.Por eso ensanchó el seol su seno dilató su boca sin medida, y a él baja su nobleza y su plebe y su turba gozosa. 15.Se humilla el hombre, se abaja el varón, los ojos de los altivos son abajados; 16.es ensalzado Yahveh Sebaot en jucio, el Dios Santo muestra su santidad por su justicia. 17.Pacerán los corderos como en su pastizal, y entre las ruinas gordos cabritos ramonearán. 18.¡Ay, los que arrastran la culpa con coyundas de engaños y el pecado como con bridas de novilla! 19.Los que dicen: «¡Listo, apresure su acción, de modo que la veamos. Acérquese y venga el plan del Santo de Israel, y que lo sepamos!» 20.¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad; que dan amargo por dulce, y dulce por amargo! 21.¡Ay, los sabios a sus propios ojos, y para sí mismos discretos! 22.¡Ay, los campeones en beber vino, los valientes para escanciar licor, 23.los que absuelven al malo por soborno y quitan al justo su derecho. 24.Tal devora las espigas una lengua de fuego y el heno en llamas se derrumba: la raíz de ellos será como podre, y su flor subirá como tamo. Pues recusaron la enseñanza de Yahveh Sebaot y despreciaron el dicho del Santo de Israel. 25.Por eso se ha encendido la ira de Yahveh contra su pueblo, extendió su mano sobre él y le golpeó. Y mató a los príncipes: sus cadáveres yacían como basura en medio de las calles. Con todo eso, no se ha calmado su ira, y aún sigue extendida su mano. 26.Iza bandera a un pueblo desde lejos y le silba desde los confines de la tierra: vedlo aquí, rápido, viene ligero. 27.No hay en él quien se canse y tropiece, quien se duerma y se amodorre; nadie se suelta el cinturón de los lomos, ni se rompe la correa de su calzado. 28.Sus saetas son agudas y todos sus arcos están tensos. Los cascos de sus caballos semejan pedernal y sus ruedas, torbellino. 29.Tiene un rugido como de leona, ruge como los cachorros, brama y agarra la presa, la arrebata, y no hay quien la libre. 30.Bramará contra él aquel día como el bramido del mar, y oteará la tierra, y habrá densa oscuridad, pues la luz se habrá oscurecido en la espesa tiniebla. N Juzgo me siento alegre. Salmo 79."han dejado en ruinas a Jerusalén, 2.han entregado el cadáver de tus siervos por comida a los pájaros del cielo, la carne de tus amigos a las bestias de la tierra. 3.Han derramado como agua su sangre en torno a Jerusalén, ¡y nadie sepultaba! 4.Nos hemos hecho la irrisión de los vecinos, burla y escarnio de nuestros circundantes. 5.¿Hasta cuándo, Yahveh, tu cólera? ¿hasta el fin? ¿han de quemar tus celos como fuego? 6.Derrama tu furor sobre las gentes, que no te reconocen, y sobre los reinos que tu nombre no invocan. 7.Porque han devorado a Jacob y han devastado su dominio. 8.No recuerdes contra nosotros culpas de antepasados, vengan presto a nuestro encuentro tus ternuras, pues estamos abatidos del todo; 9.ayúdanos, Dios de nuestra salvación, por amor de la gloria de tu nombre; líbranos, borra nuestros pecados, por causa de tu nombre. 10.¿Por qué han de decir las gentes: «¿Dónde está su Dios?» ¡Que entre las gentes se conozca, a nuestros propios ojos, la venganza de la sangre de tus siervos derramada! 11.¡Llegue hasta ti el suspiro del cautivo, con la grandeza de tu brazo preserva a los hijos de la muerte! 12.¡Devuelve siete veces a nuestros vecinos, en su entraña, su afrenta, la afrenta que te han hecho, Señor! 13.Y nosotros, tu pueblo, rebaño de tu pasto, eternamente te daremos gracias, de edad en edad repetiremos tu alabanza. Rav Berg. –Estoy Aquí- "Cuando se aproximaron a Jerusalén, al llegar a Betfagé, junto al monte de los Olivos, entonces envió Jesús a dos discípulos, 2.diciéndoles: «Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y enseguida encontraréis un asna atada y un pollino con ella; desatadlos y traédmelos. 3.Y si alguien os dice algo, diréis: El Señor los necesita, pero enseguida los devolverá.» 4.Esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del profeta: 5.Decid a la hija de Sión: He aquí que tu Rey viene a ti, manso y montado en un asna y un pollino, hijo de animal de yugo. 6.Fueron, pues, los discípulos e hicieron como Jesús les había encargado: 7.trajeron el asna y el pollino. Luego pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima. 8.La gente, muy numerosa, extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. 9.Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!» 10.Y al entrar él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. «¿Quién es éste?» decían. 11.Y la gente decía: «Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.» 12.Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas. 13.Y les dijo: «Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración. ¡Pero vosotros estáis haciendo de ella una cueva de bandidos!» 14.También en el Templo se acercaron a él algunos ciegos y cojos, y los curó. 15.Mas los sumos sacerdotes y los escribas, al ver los milagros que había hecho y a los niños que gritaban en el Templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron 16.y le dijeron: «¿Oyes lo que dicen éstos?» «Sí - les dice Jesús -. ¿No habéis leído nunca que De la boca de los niños y de los que aún maman te preparaste alabanza?» 17.Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, donde pasó la noche. 18.Al amanecer, cuando volvía a la ciudad, sintió hambre; 19.y viendo una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no encontró en ella más que hojas. Entonces le dice: «¡Que nunca jamás brote fruto de ti!» Y al momento se secó la higuera. 20.Al verlo los discípulos se maravillaron y decían: «¿Cómo al momento quedó seca la higuera?» 21.Jesús les respondió: «Yo os aseguro: si tenéis fe y no vaciláis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que si aun decís a este monte: "Quítate y arrójate al mar", así se hará. 22.Y todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo recibiréis.» 23.Llegado al Templo, mientras enseñaba se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo diciendo: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Y quién te ha dado tal autoridad?» 24.Jesús les respondió: «También yo os voy a preguntar una cosa; si me contestáis a ella, yo os diré a mi vez con qué autoridad hago esto. 25.El bautismo de Juan, ¿de dónde era?, ¿del cielo o de los hombres?» Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: "Del cielo", nos dirá: "Entonces ¿por qué no le creísteis?" 26.Y si decimos: "De los hombres", tenemos miedo a la gente, pues todos tienen a Juan por profeta.» 27.Respondieron, pues, a Jesús: «No sabemos.» Y él les replicó asimismo: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.» 28.«Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: "Hijo, vete hoy a trabajar en la viña." 29.Y él respondió: "No quiero", pero después se arrepintió y fue. 30.Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: "Voy, Señor", y no fue. 31.¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» - «El primero» - le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. 32.Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él. 33.«Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. 34.Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. 35.Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. 36.De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. 37.Finalmente les envió a su hijo, diciendo: "A mi hijo le respetarán." 38.Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia." 39.Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. 40.Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» 41.Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.» 42.Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? 43.Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.» 45.Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba refiriéndose a ellos." (Mt 21) E Isaias 5 Sin reservas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Julian

El Flujo De La Brujas

Julian