फटकार

1-¡Deberías comer los huesos de mis muertos! 2-¡El diablo te llevará! 3-¡Este pan te cegará! 4-¡La tierra te devorará! 5-¡El diablo se comerá su buena suerte! 6-¡Los lobos te comerán! 7-Mal fin tenga tu cuerpo, permita Dios que te veas en las manos del verdugo y arrastrado como las culebras, que te mueras de hambre, que los perros te coman, que malos cuervos te saquen los ojos, que Jesucristo te mande una sarna perruna por mucho tiempo, que si eres casado tu mujer te ponga los cuernos, que mis ojitos te vean colgado de la horca y que sea yo el que te tire de los pies, y que los diablos te lleven en cuerpo y alma al infierno. 8-Que la mala suerte te persiga y que todo se salga mal. 9-Que sufras el doble de lo que me has hecho sufrir a mí. 10-¡Dios conceda que los perros hagan un banquete de tus huesos! 11-Que te habite el infierno. Que la lluvia te esquive y tu sed sea eterna. Que la luz no te toque. Que sabiéndote ciego la imaginación se te niegue. 12-Que dependas de otro para cualquier movimiento y hasta tu más mínimo gesto tenga un amo impiadoso que decide por vos. Que las lágrimas se encaprichen dentro de tus ojos y aunque el dolor te acongoje no quieran caer. Pero, más que todo, que el corazón se te ensanche, que lo sientas crecer en tu pecho y no tengas más remedio que amar. 13-Pleitos tengas y los ganes. 14-¡Mal fin tengas tú y tu amor! 15-¡Que se te caiga la carne a pedazos! 16-Mal cáncer te entre. 17-¡Que la destrucción te coma! 18-¡Permita Dios que los perros hagan banquete con tus huesos! 19-¡Maldigo tu nombre, tu casa y a toda tu descendencia! 20-Tu cerebro se rociará, y lo recogeré en mi pañuelo. 21-La maldición del altar: Es una maldición hecha a la novia en el momento que está contrayendo matrimonio en el altar: “Nunca tendrás descendencia y no podrás ser feliz ya que pronto llegará la separación” Podemos encontrar ejemplos de maldiciones gitanas en el repertorio musical de los gitanos de Andalucía. Da velada de San Juan en Sevilla (cuadro de costumbres andaluzas en verso, 1847) de José Sánchez Albarrán: 22- Escena IV: “Que me coman los chusqueles si no la quiero á osté ya, gloria chiquita en papeles, jardín sembrao e claveles” 23- Escena XII: “¿Es poca la pena? mardito sea er ladrón: quiea Dios que se güervaá ca pelo un escorpión” 24-Escena XI: Dieg. Qué tal? con qué á mis espaldas iba osté … jay que mal mengue le repique el buyarengue; muere osté tio á las fardas En el parto de los montes de José Sanz Pérez se encuentran también versos con maldiciones gitanas: 25- Escena III: “¡Premita un divé del sielo que te coman los chusqueles!” 26- Escena VI: “Cab. Salú y er sielo premita que le arranquen las orejas veinte chusqueles rabiando. Mardicion” El que de ajeno se viste de José Sanz Pérez (1849): 27- Escena IV: “Permita Dios, si me orvias, te ajogue la mar serena, y si te orviare yo pase por la mesma pena” 28- Escena X: “Piq. Premita er sielo que te veas, po un divé, con er josico por er suelo lo mesmito que un chusqué” Del tío Caniyitas o El Mundo Nuevo de Cádiz (ópera cómica española de 1850) de José Sanz Pérez: 29- Escena III: Pep. […] “Premitan los cielos que el dia que quieras tu gachoncito te diga «anda véte» y rabiando mueras” 30- Escena III: Pep. […] “Véte, mardesía, premita un divé que pan te pidan tus probes hijitos y te hayes sin él” 31- Escena V Catan. […] “Ay! si te he mentío, que no vea la lú; que se vea mi pare preso y sin salú”. En la literatura española también hay ejemplos de maldiciones gitanas. En la “colección de cantes y flamencos” podemos encontrar soleares donde abundan las maldiciones gitanas. Soleares de tres versos: 32-Anda que te den un tiro,/Que te jases mu persona/Y á la cara no te miro. 33-Anda y que te den un tiro;/Que no se jase con nadie/Lo que tu has jecho conmigo. 34-Anda que te den un tiro;/Que á esoras e la noche/No quieo yo jablá contigo. 35-Anda y que te den un tiro;/Nunca yuebe como truena:/Con esa esperansa vivo. 36-Anda y que te den un tiro…/Con porbora e mis ojos/Y balas e mis suspiros. 37-Anda que te den un tiro,/Que los reaños te partan,/Por lo que has jecho conmigo. 38-Abujitas y alfileres/Le clabaran á mi nobia/Cuando la yamo y no biene. 39-Al regorbé e una esquina/Te den una puñalá/Que ni er Santólio resibas. 40-Cuando baya en busca tuya,/Los ojitos se me sarten/Como granitos e ubas. 41-Der sielo caiga una bala,/Parta á mi suegra por er medio/Por que me da mala fama. 43-Der sielo me caiga un rayo…/De los que van á la ilesia/De catorse á quince años. 44-Der sielo benga er castigo/Que merese tu persona/Por lo que has jecho conmigo. 45-Mar tiro le den que muera/A aquer que tubo la curpa /De que yo t´aborresiera. 46-Mala puñalá te peguen,/Que tú t´has rebelaito/Tas portao como quien eres. 47-No me bengas con cantares,/Mala puñalá te den/Ar regorbé e una caye. 48-Permita Dios que te beas/Como se bió Juan Domínguez,/Jala-Jala y Juan Oreja. 49-Permita Dios que te beas/Sacando agüita e un poso/Y con er cubo no pueas. 50-Que se pique e cangrena/La boca con que me riñes/La mano con que me pegas. 51-Te fuiste y me ejastes,/Mar fin tengan los calostros/Que de tu mare mamastes. 52-Tú me bienes gobernando;/Anda, mar tiro te peguen,/¿Quién t´ha daiyo ese mando? 53-Tu cuerpo tenga mar fin;/Los cordeles er berdugo/Te sirban e corbatin. 54-Te den un tiro y te maten/Como sepa que dibiertes/A otro gaché con tu cante. 55-Te den una puñalá;/Pero no, detente lengua,/Que la quiero rigulá. 56-Te de una puñalá;/Tóo er mundo e tí consigue, /Yo no pueo conseguí ná. 57-Te has e morí con la pena/Que la camisa en er cuerpo/Se te ha e gorbé cangrena. 58-Te den una puñalá/Que er Pare Santo e Roma/No te la puea curá Maldiciones en las Seguiriyas gitanas: 59-Anda compañera,/Permitan los sielos/Que con er cuchillo que matarme quieres/Mueras tu primero. 60-¡Mal haya er dinero/Que er dinero es causa/Que los sacais de quien yo camelo/No estén en mi casa! 61-¡Mal haya mi sueño/Que tanto he dormio!/Que s´ha guiyao mi compañerita/Y no la he sentío. 62-Mar fin tenga la muerte/Que tanto ha poío;/S´ha yebaito la mi compañera/Y un hijito mio. 63-Por tu mala sangre/Te quisiea yo bé/Con er Santolio á la cabesera/Yamando á un Dibé. 64-Presiyo e Seuta/Mar fin tenga él;/Que ya me duelen estos güesesitos /E roá por él. 65-Siempre en los rincones/Te encuentro yorando/Mala puñalá me den, compañera,/Si te doy mar pago. En los cantos populares españoles de 1882 también podemos encontrar ejemplos de maldiciones gitanas: 66-Der sielo caiga una piedra/Que pese dos mir quintales/Y le rompa la cabesa/A quien quiebra boluntares. 67-De la muraya mas arta/Se caiga quien mar me quiera;/Si es hombre, que se rebiente;/Si es mujer, rabiando muera. 68-Aquel que tiene la culpa/De que yo fatigas pase/Se vea en Argel cautivo/Sin tener quien lo rescate. 69-Der sielo benga er castigo/Que merese tu persona/Por lo que has jecho conmigo. 70-A Undebé l´estoy pidiendo/Te dé lo que te combenga;/Que lo qu´has jecho conmigo/No lo jase ni una negra. 71-Pues los cariños te ofenden,/Le pido a Dios de los cielos/Que de aquel a quien estimas/Tengas que sufrir desprecios. 72-Quiera Dios que donde pongas/Todos tu sinco sentíos/Le paguen a tu querer/Como tú pagas er mío. 73-A mi Dios le estoy pidiendo/Que como me matas mueras:/Que te bean mis ojitos/Querer y que no te quieran. 74-Premita Dios que te beas/Aborresía y queriendo/Y Que las ducas te roan/La entrañas e tu cuerpo. 75-Entre la hostia y er cális/A mi Dios se lo pedí:/¡Que t´ajoguen las fatigas/Como m´ajogan a mí! 76-Premitan los sielos/Premítalo Dios,/Que co´r cuchillo que matarme quieres/Te matara yo. 77-Premita Dios que te beas/Esmamparaíta y sola/Y que bengas á peirme/Po´ Undibé que te socorra. 78-Permita Dios que te beas/En la ruea der bapó,/Y er bapó se baya á pique,/Y tú me pias perdon. 79-Permita Dios que te beas/Metía en San Juan de Dios;/Medesina que tomares/Te la baya dando yo. 80-Permita Dios que te beas/En un hespitá rabiando/Y no tengas más consuelo/Qu´er que yo te baya dando. 81-Permita Dios que te beas/En un calabozo oscuro/Y que pase por mi mano/Todo el alimento tuyo. 82-La maldición que te echo/Desde hoy en adelante/Es que el dinero te sobre,/Pero que el gusto te falte. 83-¡Anda con Dios, bien te logres!/No te deseo mar ninguno…/¡Hora de salú no tengas/Mientras bibas en er mundo! 84-Permita Dios que te beas/Como se bió Juan Domíngues/Jala Jala y Juan Oreja. 85-Permita Dios que te beas/Como se bió Nobaliches/En er puente d´Arcolea. 86-Las mantecas e tu cuerpo/Se te bean erretías,/En bé que jases conmigo/Esas chunguiyas partías. 87-Cuerbos te saquen los ojos/Y águilas er corason,/Y serpientes las entrañas,/Por tu mala condision. 88-¡No saliera d´ aquel monte/Una sierpe y te tragara!/¡Tan bien como t´ he querío,/ Y tan mar como me pagas! 89-Tierra, ¿por qué no te abres/Y te sales de tu sentro,/Te tragas á esta serrana/Con tan malos sentimientos? 90-Tantas hojas como tiene/L´alameda del Genil,/Tantos demonios te yeben/Cuando t´acuerdes de mí. 91-Permita Dios que te mueras,/Y que t´entierren de barde;/Y te tapen la carita,/Pa que no te bea nádie. 92-Te fistes y me dejastes,/Y me dejastes perdía;/Las paeres de tu cuarto/De luto se bean bestías. 93-Anda béte de mi bera;/Mar fin tengas, condenao;/M´ofresistes tu cariño/Y después m´ has engañao. 94-Tu cuerpo tenga mar fin;/Los carsones der berdugo/Te sirban de corbatín. Y después de estos ejemplos de maldiciones gitanas, dejamos una oración que se cree es muy fuerte para revertir la malevolencia que las maldiciones gitanas pueden traer: 95- “Si estoy maldito, San Vito, vuélveme bendito. Contra las maldición de Herodes. Protege a mi niño Santa Gertrudis. Mi casa bendita, que no esté nunca maldita Santa Margarita. Prometo nunca maldecir, ni maldiciones echar y eso lo cumplo, por la vara de San Blas”. Pan De Muertos. La maldición de Tutankamón A principios del siglo XX la mayor parte de la historia del antiguo Egipto era desconocida para la mayoría de la población. Poco se sabía de aquella época, y menos aún de la mayor parte de los faraones egipcios. Aunque se asocien las Pirámides de Egipto con los enterramientos de los faraones, lo cierto es que solo se usaron en el Antiguo Egipto entre las dinastías III (2650 a. C.) y XIII (1750 a. C.), pero ya en la dinastía XVIII (1300 a. C.) se prefería excavar grandes tumbas con varias salas en el interior de parajes escarpados (Valle de los Reyes). Estas salas se decoraban y llenaban de valiosos objetos y en ellas se depositaba el cuerpo embalsamado de los faraones, dentro de un sarcófago. La tumba de Tutankamón de la dinastía XVIII permaneció oculta durante más de tres mil años. Existen evidencias de que fue saqueada y luego restaurada en los meses posteriores a su enterramiento, pero el cambio de dinastía, y la tierra desplazada de los desescombros de otras tumbas próximas provocó que un siglo después del enterramiento de Tutankamón, el emplazamiento de su tumba o incluso la misma existencia del faraón habían sido olvidados. Los ladrones de tumbas de las dinastías XIX y XX incluso llegaron a construir algunas cabañas encima de la tumba sin sospechar de su existencia. Momento en el que Howard Carter descubre el sarcófago. Hallazgo de la Tumba En la década de los años 1920, el egiptólogo Howard Carter descubrió la existencia de un faraón de la XVIII dinastía hasta entonces desconocido, y convenció a Lord Carnarvon para que financiase la búsqueda de la tumba que se suponía intacta en el Valle de los Reyes. El 4 de noviembre de 1922 se descubrieron los escalones que descendían hasta una puerta que aún mantenía los sellos originales. El 26 de noviembre, en presencia de la familia de Lord Carnarvon, se hizo el famoso agujero en la parte superior de la puerta por el que Carter introdujo una vela y vio según sus palabras «cosas maravillosas». La tumba, luego catalogada como KV62, resultó ser la del faraón Tutankamón y es la mejor conservada de todas las tumbas faraónicas. Permaneció prácticamente intacta hasta nuestros días hasta el punto que cuando Carter entró por primera vez en la tumba, incluso pudo fotografiar unas flores secas de dos mil años atrás que se desintegraron en seguida. Después de catalogar todos los tesoros de las cámaras anteriores, Carter llegó a la cámara real donde descansaba el sarcófago del faraón desde hacía tres mil años. Y entonces empezaron a morir personas que habían visitado la tumba, lo cual es conocido popularmente como la Maldición del faraón Primeras muertes Hay que recordar que Lord Carnarvon había sufrido un grave accidente de coche unos años antes, que le había afectado entre otras cosas a los pulmones, y vivía en Egipto porque el clima más seco era mejor para su salud. En marzo de 1923, cuatro meses después de abrir la tumba, Lord Carnarvon fue picado por un mosquito y poco después se cortó la picadura mientras se afeitaba, causando que la infección se extendiese por todo el cuerpo. Una neumonía atacó mortalmente a Lord Carnarvon (en un tiempo en que no existía la penicilina ni otros antibióticos, solo le aplicaron suero), que murió la noche del 5 de abril. Se cuenta (y no hay confirmación ninguna de estos hechos) que a la misma hora de su muerte, la perra de Lord Carnarvon, Susie, aulló y cayó fulminada en Londres. Además, cuando Lord Carnarvon murió, en El Cairo hubo un gran apagón que dejó a oscuras la ciudad, pero momentos después regresó , en ese momento los familiares en el hotel se comunicaron con la empresa de electricidad sin recibir explicación del extraño fenómeno. Poco más necesitó la prensa inglesa para airear las leyendas de la maldición de los faraones. Incluso algunos afirmaron que en un muro de las antecámaras estaba escrito: «la muerte vendrá sobre alas ligeras al que estorbe la paz del faraón», aunque en realidad esta frase nunca apareciese en las detalladas notas de Carter y el muro fue derribado para entrar en la tumba. Sir Arthur Conan Doyle se declaró creyente en la maldición, la escritora Marie Corelli afirmó tener un manuscrito árabe que hablaba de la maldición y el arqueólogo Arthur Wiegall publicó oportunamente un libro sobre la maldición de los faraones. A la muerte de Lord Carnarvon siguieron varias más. Su hermano Audrey Herbert, que estuvo presente en la apertura de la cámara real, murió inexplicablemente en cuanto volvió a Londres. Arthur Mace, el hombre que dio el último golpe al muro, para entrar en la cámara real, murió en El Cairo poco después, sin ninguna explicación médica. Sir Douglas Reid, que radiografió la momia de Tutankamon, enfermó y volvió a Suiza donde murió dos meses después. La secretaria de Carter murió de un ataque al corazón, y su padre se suicidó al enterarse de la noticia (a pesar de no estar relacionado con la tumba más que a través de su hija). Y un profesor canadiense que estudió la tumba con Carter murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo. Al proceder a la autopsia de la momia se encontró que justo donde el mosquito había picado a Lord Carnarvon, Tutankamón tenía una herida (cuestión muy dudosa ya que no hay referencias conocidas). Este hecho disparó aún más la imaginación de los periodistas, que incluso dieron por muertos a los participantes en la autopsia. En realidad, excepto el radiólogo, los demás miembros del equipo vivieron durante años sin problemas, incluido el médico principal. El mismo descubridor de la tumba, Howard Carter, murió por causas naturales muchos años después. A principio de la década de los 30, los periódicos atribuían hasta treinta muertes a la maldición del faraón, se llegó a decir que Carter había muerto, ya que encontraron una esquela de alguien con su nombre en un periódico, cosa que el mismo demostró no era cierta pues seguía vivo. Aunque muchas de ellas eran exageraciones, la casualidad parecía insuficiente para explicar las demás (aunque muchas veces olvidamos que la ciencia médica actual ha avanzado infinitamente sobre la de esa época, la penicilina comenzó a usarse en hospitales en los años 40). La falta de más escándalos y muertes extrañas disipó poco a poco el interés de los periodistas los siguientes treinta años. Howard Carter ante el sarcófago. La maldición reaparece En las décadas de 1960 y 1970 las piezas del Museo Egipcio de El Cairo se trasladaron a varias exposiciones temporales organizadas en museos europeos. Los directores del museo de entonces murieron poco después de aprobar los traslados, y los periódicos ingleses también extendieron la maldición sobre algunos accidentes menores que sufrieron los tripulantes del avión que llevó las piezas a Londres. La última víctima atribuida a la maldición fue Ian McShane: durante la filmación de la película en los años ochenta sobre la maldición, su coche se salió de la carretera y se rompió gravemente una de las piernas. Explicaciones de la maldición La explicación más común a la maldición de los faraones es que fue una creación de la prensa sensacionalista de la época. Un estudio mostró que, de las 58 personas que estuvieron presentes cuando la tumba y el sarcófago de Tutankamón fue abierto, sólo ocho murieron en los siguientes doce años. Todos los demás vivieron más tiempo, incluyendo al propio Howard Carter, que murió en 1939.2 El médico que hizo la autopsia a la momia de Tutankamon vivió hasta los 75 años.2 Algunos han especulado con que un hongo mortal podría haber crecido en las tumbas cerradas y haber sido liberado cuando se abrieron al aire. Arthur Conan Doyle, autor de las novelas detectivescas de Sherlock Holmes, fomentó esta idea y especuló con que el moho tóxico había sido puesto deliberadamente en las tumbas para castigar a los ladrones de tumbas. Aunque no hay pruebas de que tales patógenos fuesen responsables de la muerte de Lord Carnarvon, y recordemos que en esa época se moría de cualquier infección al no existir los antibióticos, tampoco hay duda de que sustancias peligrosas pueden acumularse en tumbas antiguas. Estudios recientes de antiguas tumbas egipcias abiertas en la actualidad que no han estado expuestas a los contaminantes modernos hallaron bacterias patógenas de los géneros Staphylococcus y Pseudomonas, así como los mohos Aspergillus niger y Aspergillus flavus. Además, las tumbas recién abiertas se convierten a menudo en refugio para los murciélagos, cuyo guano puede transmitir la histoplasmosis. Sin embargo, a las concentraciones halladas típicamente, estos patógenos sólo suelen ser peligrosos para personas con sistemas inmunológicos debilitados. Las muestras de aire tomadas del interior de un sarcófago sellado mediante un agujero perforado, tenían altos niveles de amoníaco, formaldehído y ácido sulfhídrico que, si bien son gases tóxicos, también resultan fáciles de detectar en concentraciones peligrosas por su fuerte olor.3 Howard Carter, el principal «implicado», murió el 2 de marzo de 1939 a los 64 años, de muerte natural, 17 años después. Su frase preferida cuando le hablaban de la «maldición», era: «Todo espíritu de comprensión inteligente se halla ausente de esas estúpidas ideas.» Y añadía: Los antiguos egipcios, en lugar de maldecir a quienes se ocupasen de ellos, pedían que se los bendijera y dirigiesen al muerto deseos piadosos y benévolos... Estas historias de maldiciones, son una degeneración actualizada de las trasnochadas leyendas de fantasmas... El investigador se dispone a su trabajo con todo respeto y con una seriedad profesional sagrada, pero libre de ese temor misterioso, tan grato al supersticioso espíritu de la multitud ansiosa de sensaciones.1 Aquí va. Va un Judío y un Musulmán y un Cristiano caminando por una vereda del camino que lleva a Córdoba en la antigua España. – No se han visto- Pero el camino los va uniendo estos se arrechan a verse un poco pero mejor caminar juntos - a que solos- Viene un Rabí con su alumno pero el Judío nota que es un Kabbalista y no le hace mucha gracia, el Musulmán se queda perplejo porque no conocía – estas actitudes entre lo que para el eran Judíos- Mira al Cristiano riéndose y le dijo – ¡Qué ni se saludan estos! – El Cristiano responde – Se deberán algo – y sigue su camino- - de inmediato ven a unos hombres profanando una tumba antigua y encuentran tesoros. Los hombres huyen despavoridos y lamentándose de la suerte de los despojos de aquel panteón. Viene un Gitano montado en un caballo negro y de un golpe saca un cuchillo de un lugar desconocido y se lo clava en la frente a uno de los profanadores que cae muerto. Se arma una trifulca. El Judío, El Musulmán y El Cristiano sacan unas espadas y con gallardía van a por los profanadores. El Kabbalista y el Alumno también vienen armados de algo que nadie conoce así como los gitanos que vienen llegando por montones al paraje y le dan una paliza a los profanadores dejándoles desnudos. Y Dice el Gitano sobre su caballo – Que la maldición de todas las pirámides egipcias caigan por sobre aquellos que perturban el sueño de los muertos y roban sus ofrendas que le sirven de tributos a sus dioses. De inmediato los profanadores comenzaron a sentir algo en su cuerpo y le salieron llagas y de estas gusanos zancudos y moscas. Los que sin permiso habían agarrado huesos para maleficios fueron tocados en todos lados. Pasando los acontecimientos por los ojos del Ángel De La muerte paso por la casa de brujos y hechiceros y se los llevó consigo y sus casas se desplomaban o quemaban. El alumno del Rabbi lo veía con temor y este ni se movía. El Gitano corto las manos y los pies de los profanadores y los colgó de las piernas de unos árboles y ahí murieron colgados de cabeza desangrados. Y La matriarca gitana dijo – Que todo el que toque lo que no es suyo y profane el regazo de los muertos de todos reciba 1000 veces 1000 la maldición de todas tumbas egipcias y en combinación con todas las generaciones de gitanos que me protegen las ánimas del purgatorio que vienen en ejército para darle castigo a quien toca lo que no debe y alterando la paz de lo que está quieto. Dame La maldición y antídoto dame la picadura de cobra y el remedio dame la muerte de la muerte y el respeto del respeto. Que La maldición de tu obra no te de descanso nunca ni a tus familiares vivos ni muertos y que los que entraron al paraíso salgan a penar pidiendo oraciones y respeto por los sepulcros profanados de todos los muertos. La vieja gitana se arrodillo y un remolino apareció de repente y un trueno cayó sobre el árbol de los profanadores quemándolos a ellos y a los cuerpos. – Y chocaba entonces el Titanic contra el iceberg como prueba de esta maldición. Y Moría Lord Carnavon por una infección que se agravo con una misteriosa neumonía muriendo Lord Carnavon la noche del 5 de abril de 1923. क्या तुम्हारा नहीं है का सम्मान करें

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