Hacer del corazón un cofre y guardarlo todo con amor.
Salmo 136 Tu recuerdo, Señor, es mi alegría.
¡Aleluya!
1.¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
2.Dad gracias al Dios de los dioses, porque es eterno su amor;
3.dad gracias al Señor de los señores, porque es eterno su amor.
4.El solo hizo maravillas, porque es eterno su amor.
5.Hizo los cielos con inteligencia, porque es eterno su amor;
6.sobre las aguas asentó la tierra, porque es eterno su amor.
7.Hizo las grandes lumbreras, porque es eterno su amor;
8.el sol para regir el día, porque es eterno su amor;
9.la luna y las estrellas para regir la noche, porque es eterno su amor.
10.Hirió en sus primogénitos a Egipto, porque es eterno su amor;
11.y sacó a Israel de entre ellos, porque es eterno su amor;
12.con mano fuerte y tenso brazo, porque es eterno su amor.
13.El mar de Suf partió en dos, porque es eterno su amor;
14.por medio a Israel hizo pasar, porque es eterno su amor;
15.y hundió en él a Faraón con sus huestes, porque es eterno su amor.
16.Guió a su pueblo en el desierto, porque es eterno su amor;
17.hirió a grandes reyes, porque es eterno su amor;
18.y dio muerte a reyes poderosos, porque es eterno su amor;
19.a Sijón, rey de los amorreos, porque es eterno su amor;
20.y a Og, rey de Basán, porque es eterno su amor.
21.Y dio sus tierras en herencia, porque es eterno su amor;
22.en herencia a su siervo Israel, porque es eterno su amor.
23.En nuestra humillación se acordó de nosotros, porque es eterno su amor;
24.y nos libró de nuestros adversarios, porque es eterno su amor.
25.El da el pan a toda carne, porque es eterno su amor;
26.¡Dad gracias al Dios de los cielos, porque es eterno su amor!
-Deseo contar la historia de un hombre que caminaba sin rumbo bajo la lluvia en una calle desierta, las luces acogedoras de las casa vecinas y las gentes dentro de ellas calientes, secas, despreocupadas algunas, otros si les veían pasar en su afanosa, tarea de caminar bajo la lluvia torrencial, en una noche cualquiera. Entonces en su caminar se tropezó con otro hombre –Disculpe – dijo el primero – No hay de que amigo. – Respondió el segundo- -¡Vaya por Dios con esta lluvia!, jejeje- e hizo ademan de despedirse el primer hombre- pero el segundo le detuvo y le dijo- Buen hombre, es de noche, me da un poco de pereza seguir caminando bajo esta bendita lluvia de Dios, se ve que usted es un hombre bueno y piadoso, y si no lo es no importa, estoy hasta los huesos de agua y ha sido usted mi única señal de civilización y amabilidad. No Deseo seguir caminando, aquí cerca hay un restaurant, si usted me lo permite y quiero que sepa que no lo juzgo por su aspecto. Me gustaría invitarlo a cenar y tomar algunas bebidas calientes, este restaurant, tiene una gran vitrina, así veremos si la lluvia pasa, y bueno veremos hacia afuera. La verdad amigo, no me gustaría comer solo, espero reciba de buena gana mi oferta- El otro hombre, que sentía que se haría pipi por el frio; lo pensó un poco y respondió- Vamos hombre una conversa y una buena cena es lo que todos necesitamos.- Llegaron al restaurant, que se veía lleno de gente, que se esguarecía y también disfrutaba de las delicadeces de este lugar. Los hombres se secaron bien antes de entrar quitaronse sus impermeables mojados como ríos o cascadas risueñas, en su tarea los hombres se veían la ropa, limpiaban zapatos, sacudían el paragua y hacían algunos brincos que invitaba el secado corporal y el calor. Llego el mozo y les dio una mesa en frente de la gran vitrina y se veía llover románticamente desde dentro del restaurant mientras las luces, de los autos, hacían distinguidas figuras con las gotas que caían y el reflejo de sus faroles, hacían parecer el suelo de la avenida, como de chispas de luz en movimiento, pero de una sensual danza brillante, que daba paso a pequeñas olitas de agua al pasar de los autos en aquella selva de cascadas de techos y riachuelos ingenuos de calle nacidos de un chaparrón nocturna en la ciudad.
- Mi nombre es Filiberto- dijo el primer hombre con apretón de mano fría. – Yo me llamo Kenneth- Dijo el segundo en amistoso y fuerte frio apretón. – Yo venía de leer en la biblioteca y me ha sorprendido esta hermosa lluvia nocturna –dijo amablemente Filiberto- También me he traído el libro que leía ya que cerraban y mi calidad de socio del Club de lectura me da el placer de llevar cualquiera de estos libros a casa, venia yo protegiéndole mucho- Filiberto saco el libro y se lo mostro a Kenneth y este le dijo- Amigo soy buen lector, considero a los libros grandes amigos tengo una manera de hacerlos hablar permítame su libro- Entonces Kenneth, abrió el libro y leyó con pasión y con unas sinceras ganas de que este pasaje hablara por sí mismo y dijo- “Uno debe ocuparse en mantenerse cerca de Ti, mediante el proceso de oír y cantar Tus glorias trascendentales. Por apegarse a tales actividades, uno puede alcanzar el estado más elevado de perfeccionamiento y entrar en Tu reino. A Ti te pueden comprender las personas que han limpiado su corazón de toda contaminación, y eso es posible mediante el hecho de oír hablar de Ti” Oh Señor, ¿Acaso una madre se ofende cuando su hijo en el vientre la patea? Hay algo en esa existencia que se encuentre, en realidad, fuera de tu abdomen? Cuando el universo se sumerge en el agua de la devastación, Tu Porción plenaria, Narayana, yace en el agua. De su vientre nace la flor de loto. Entonces, ¿Acaso yo no he nacido de Ti?. “Mi Señor, alguien que es favorecido, con incluso un vestigio de Tu misericordia, puede entender la Grandeza de Tu Personalidad. Por lo tanto, oro para ser afortunado , que en esta vida o en la siguiente, yo pueda ser contado como uno de tus devotos. ¡Qué afortunadas son estas vacas y damas de Vrindavana, ya que Tú has bebido la leche de sus pechos, asumiendo la forma de terneros y vaqueritos! ¡Qué afortunado es Nanda Maharaja y los pastores de vacas, porque la Verdad Absoluta se ha vuelto su amigo!. “Mi querido Señor, no estoy interesado, por consiguiente, ni en las opulencias materiales ni la liberación.Oro para que me otorgues cualquier tipo de nacimiento en el bosque de Vrindavana, incluso como una brizna de hierba, a fin de que pueda ser favorecido por el polvo de los pies de uno de los devotos de Vrindavana. Ese sería un glorioso nacimiento para mí. Pero, Si no soy tan afortunado como para nacer en el bosque de Vrindavana, te ruego que se me permita nacer en las inmediaciones de Vrindavana, para que cuando los devotos salgan, caminen sobre mí.”- El hombre abrió los ojos como iluminado desde dentro de si y leyó a continuación la Caratula del libro –“El Amigo del Alma, Compilado por Thakur Das Extraído del Srimad Bhagavatam de A.C. Bhaktivendanta SWami Prabhupada. – Kenneth sorprendido por la lectura, vio que aquel hombre mostraba otra energía, aún más atrayente. Esa que le impulso a hablarle e invitarle al restaurant.- Ha sido una lectura realmente devocional y Transcendental amigo Filiberto, gracias por esta dulzura.- Filiberto vio que el también traía un libro entonces hizo la petición de recrear la actitud de lectura, y meditación en el Libro que Kenneth traía, este gustoso se lo ofreció y Filiberto entonces leyó – “Así cuando fui tocado por el agua un sentimiento de tremenda paz y purificación vino a mi encuentro. Un momento o dos después yo voltee y vi que muchos de los hombres cerca de nosotros estaban hasta ahora habían estado esperando para apuntalar donde lanzar sus ropas y estaban preparándose para entrar en el agua. Cuantas grandes lecciones Rabbi Brandwein enseño ese día: Primero, cuando tú decides hacer algo bueno, tú debes hacerlo sin que nada te distraiga. Pero más importante la bendición y curación de las aguas del Creador han sido esenciales para la recuperación de nuestra espiritualidad, y Rabbi Brandwein me ayudo a ver esto otra vez Nosotros debemos usar esta el regalo de esta divina herramienta.-Y Dijo Filiberto Educación de un Kabbalista por el Rav Berg. Capítulo “ La Abundancia De la Vida” – Filiberto vio a Kenneth se levantó y dijo- Amigo Deme un abrazo espiritual y de alegría en celebración por este encuentro la vida Dios y sus mensajes llenos de Luz dulcemente física espiritual y trascendental- Entonces los dos hombres se abrazaron y ordenaron lo que comerían se les fue una noche de conversa y cada uno encontró un amigo. La lluvia había terminado pero comenzaba la amistad de dos buenos hombres en una noche cualquiera de alguna Ciudad Del Planeta Luz Tierra.”
Cuando bajó del monte, fue siguiéndole una gran muchedumbre.
2.En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme.»
3.El extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante quedó limpio de su lepra.
4.Y Jesús le dice: «Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio.
5.Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó
6.diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos.»
7.Dícele Jesús: «Yo iré a curarle.»
8.Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
9.Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.»
10.Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.
11.Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos,
12.mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
13.Y dijo Jesús al centurión: «Anda; que te suceda como has creído.» Y en aquella hora sanó el criado.
14.Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre.
15.Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle.
16.Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos,
17.para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades.
18.Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla.
19.Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.»
20.Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
21.Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
22.Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
23.Subió a la barca y sus discípulos le siguieron.
24.De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido.
25.Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!»
26.Díceles: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza.
27.Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?»
28.Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
29.Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?»
30.Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo.
31.Y le suplicaban los demonios: «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos.»
32.El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas.
33.Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados.
34.Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término.(Mt 8)
Todo es Luz.




































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