Siguiendo a mi linaje de Luz.

Salmo 30 Se tu señor mi fortaleza y mi refugio. Salmo. Cántico para la dedicación de la Casa. De David. 2.Yo te ensalzo, Yahveh, porque me has levantado; no dejaste reírse de mí a mis enemigos. 3.Yahveh, Dios mío, clamé a ti y me sanaste. 4.Tú has sacado, Yahveh, mi alma del seol, me has recobrado de entre los que bajan a la fosa. 5.Salmodiad a Yahveh los que le amáis, alabad su memoria sagrada. 6.De un instante es su cólera, de toda una vida su favor; por la tarde visita de lágrimas, por la mañana gritos de alborozo. 7.Y yo en mi paz decía: «Jamás vacilaré.» 8.Yahveh, tu favor me afianzaba sobre fuertes montañas; mas retiras tu rostro y ya estoy conturbado. 9.A ti clamo, Yahveh, a mi Dios piedad imploro: 10.¿Qué ganancia en mi sangre, en que baje a la fosa? ¿Puede alabarte el polvo, anunciar tu verdad? 11.¡Escucha, Yahveh, y ten piedad de mí! ¡Sé tú, Yahveh, mi auxilio! 12.Has trocado mi lamento en una danza, me has quitado el sayal y me has ceñido de alegría; 13.mi corazón por eso te salmodiará sin tregua; Yahveh, Dios mío, te alabaré por siempre. -Y me dice El Rav Berg que” los Rabbis ellos mismos han argumentado en contra de este estudio,” Yo dije “Tu propio maestro Rabbi ASshlag apasionadamente lucho por este estudio de la Kabbalah. El sabía que solo la Kabbalah podía prevenir elk desastre en Europa. Que costo millones de vidas. Ahora nadie tal vez no escuche. Para estos días los Rabbis y otros miembros de la comunidad están en contra de abrir la sabiduría de la Kabbalah para todo el mundo. «No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2.Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. 3.¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? 4.¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo? 5.Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano. 6.«No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. 7.«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. 8.Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le abrirá. 9.¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; 10.o si le pide un pez, le dé una culebra? 11.Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! 12.«Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. 13.«Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; 14.mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y poco son los que lo encuentran. 15.«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16.Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 17.Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. 18.Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. 19.Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. 20.Así que por sus frutos los reconoceréis. 21.«No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. 22.Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" 23.Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!" 24.«Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: 25.cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. 26.Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: 27.cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.» 28.Y sucedió que cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; 29.porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.(Mt 7) Yo estoy listo.

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